Gestión de los empleados
- Principio de Transparencia: Yo sé lo que cobran mis empleados, ellos saben lo que cobro yo y lo que cobran los unos y los otros. Intentar ocultar esta información es futil, pues la opacidad pueda dar lugar a la sospecha y, de todos modos, todo se acaba sabiendo.
-Principio de Equidad: A igual categoría, experiencia y antigüedad en la empresa, igual salario. Y las mismas oportunidades para el desarrollo de su carrera profesional y progresión salarial.
-Principio de Confianza: Yo arranco mi empresa con afán de hacerla indefinida. En dicha medida, los contratos laborales de mis empleados también son indefinidos. Hacerles firmar un contrato precario reporta muy pocos beneficios a la empresa mientras que a los trabajadores les origina graves trastornos (por ejemplo a la hora de intentar alquilar una vivienda o tratar con el banco).
-Principio de Sostenibilidad: Los empleados estarán dispuestos a comenzar a trabajar con salarios moderados si les explicas que una empresa que comienza no puede soportar unos gastos elevados y que, a medida que el tiempo pase y el negocio crezca, ellos también verán mejorada su situación.
-Principio de Credibilidad: Complementando al anterior principio, hay que tener mucho cuidado con prometer cosas que no estés seguro de poder cumplir. Si prometes algo a un empleado y no lo cumples, tu credibilidad desaparece, no sólo ante ese trabajador sino ante toda la plantilla.
-Principio de Participación en los beneficios: Si las cosas van mal, irán mal para todos. Pero si van bien, también deben ir bien para todos. Es la forma más clara y eficaz de incentivar a los trabajadores. En nuestro caso pondremos próximamente en marcha un plan de opciones sobre acciones para todos los empleados que podrá ejecutarse a finales de 2009.
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